Y como no estarlo
anti lokus amoenus
VOMITO Y REFLUJO
martes, 20 de agosto de 2013
La ceguera es la enfermedad del nuevo siglo.
Y como no estarlo
miércoles, 21 de diciembre de 2011
El origen del vómito
A veces pareciera ser
que es imposible escribir algo
que no venga directamente de las entrañas
específicamente de mis entrañas.
No concibo vomitar si no me provocan el vómito
y por lo tanto más que erizarme
debería dar las gracias
a todas las putas
que me introducen
sus dedos sudorosos en la boca
para causarme un reflujo inevitable
donde se me revuelven las tripas,
y saco el estómago por completo
al igual que un sapo enfermo
como si no hubiera otra forma
de quitar la hinchazón de mi colon
a pesar de que me intoxique con píldoras
de todos colores y tamaños
o que me embriague en su conjunción
con un buen licor
de cual sea su precio.
Definitivamente pareciera ser
que mi doctrina no es más que un pensamiento
un sentimiento barato
que cualquiera podría comprar
pero que aún así nadie lo compra.
jueves, 6 de octubre de 2011
Reflexiones de poesía
Algunos dicen que la retórica tiene sus raíces en el intelecto,
yo digo que el verso libre
es el reflejo del alma y las entrañas,
¿quién tendrá la verdad?
no es una pregunta que deba responderse
sino que solo debe mirarse,
al igual que se mira
el paso de los hombres por la tierra,
si bien algunos dejan legados,
otros solo se quedan en disertaciones de colegio
otros solo en habladurías
y otros cuantos más en rumores de pasillo,
quizás nosotros no alcanzaremos a quedar
en "ninguna de las anteriores",
y seremos parte de esa trampita
de las pruebas del colegio.
Pero te vuelvo a preguntar
¿quién tendrá la verdad?
si mi vómito viene directamente de las entrañas,
directamente de la sinapsis
directamente de los latidos;
¿tendrán la verdad
los que escriben como "se debe"
los que escriben "bonito"
los que escriben "feo"
los que escriben "vulgar"
los que escriben
o a lo mejor los que no escriben?,
y vuelvo a insistir,
no lo sé
pero sí sé que gracias a ello
te escribí este texto
que aunque más que texto
es un reflujo.
jueves, 16 de junio de 2011
Es difícil ser feliz
Cuando nadie quiere que lo seas,
Todos esperando por tu muerte
Al lado de tu cadalso,
Alomejor después de muerta algo bueno
Puedes dejar,
O por lo menos,
Algo mejor que en vida.
Todos con sus cuchillos expectantes
Cual buitres en el desierto
Esperando que un ojo se te abra
Para arrancártelo de cuajo
Despedazarte como a un leproso
Arrancarte las vísceras
Cual carroñeros hambrientos
Como lobos sedientos,
Esperan cualquier caída
Para arrancarme una pierna.
La espera sigilosa
Detrás de un árbol
Se hace eterna,
y ya parece que fueran 2 años
en los que han tratado
de que me tropiece
y aún no lo logran.
Es difícil ser feliz
Cuando no estás en el lugar correcto
Cuando no estas en el lugar indicado
Cuando estás donde no te quieren
Cuando estás en el lugar de otro
Cuando todos desean tu evanescencia
Cuando todos quisieran que no fueras
Cuando nunca debiste ser
Cuando nunca debiste aparecer
Cuando nunca debiste ir
Comer
Visitar
Hablar
Dormir
Carretear
Respirar
Existir
En fin interrumpir
viernes, 6 de mayo de 2011
Homo hominis lupus
La policía lo busca
Lo busca por no saber leer
El chacal tras el chacal
Probándose se sacan los ojos
El más poderoso, sigiloso lo persigue
El más débil
Saca su bestialidad en su máximo esplendor
Come las entrañas de su vida y de su muerte
Se condena
Se rasguña
Se mitiga
Se acusa tras la botella
El otro quieto, espera
Lo busca
Lo huele
Lo mira
lo espera
lo agarra
se encuentran
se ladran
se hieren mancornados
lo insultan
lo apresan
lo violentan
lo masacran
lo escupen
le educan
le enseñan
le acogen
le muestran
lo hacen persona,
ahora sabe que es un chacal;
le duele
le sangra la herida
lo besan
lo abrazan
lo matan
lunes, 25 de abril de 2011
Hoy murió Gonzalo Rojas, he aquí uno de mis favoritos
El fornicio
Te besaré en la punta de las pestañas y en los pezones,
te turbulentamente besara,
mi vergonzosa, en esos muslos
de individua blanca, tacara esos pies
para otro vuelo más aire que ese aire
felino de tu fragancia, te dijera española
mía, francesa mía, inglesa, ragazza,
nórdica boreal, espuma
de la diáspora del Génesis... ¿Qué más
te dijera por dentro?
¿griega,
mi egipcia, romana
por el mármol?
¿fenicia,
cartaginesa, o loca, locamente andaluza
en el arco de morir
con todos los pétalos abiertos,
tensa
la cítara de Dios, en la danza
del fornicio?
Te oyera aullar,
te fuera mordiendo hasta las últimas
amapolas, mi posesa, te todavía
enloqueciera allí, en el frescor
ciego, te nadara
en la inmensidad
insaciable de la lascivia,
riera
frenético el frenesí con tus dientes, me
arrebatara el opio de tu piel hasta lo ebúrneo
de otra pureza, oyera cantar las esferas
estallantes como Pitágoras,
te lamiera,
te olfateara como el león
a su leona,
para el sol,
fálicamente mía,
¡te amara!
Gonzalo Rojas
lunes, 28 de febrero de 2011
Desde los ovarios
Refugiándome en un par de pastillas
Comiendo yerbas con tierra
Intentando pasar este infierno cálido y tempestuoso,
Me paso de una vereda a otra
En un sueño que no tiene formas,
En un acantilado sin sabores, sin colores, ni sinsentidos
Que me hagan caer al vacío sin darme cuenta
De la enorme cuenca que me sobrepasa.
Atormentada en una noche de tragos
Que no son míos
Basureando las letras de enfrente
Que no me pertenecen
Calmando las hormonas que realizan un golpe militar en mi cuerpo,
La seducción de un par de líneas las emboba por unos segundos
El negro se vuelve su referente
Y pienso en un cigarrillo apenas en el jardín
Para contemplar que estoy sola
Y no estas para molestarte,
Pero es mejor
Así lo prefiero
Porque es mejor tragar la culpa
Que estropearla en un par de palabras
Que más temprano que tarde resonarán en el cerebro.
Cansada, con un mal día a cuestas
Con la sombra de Tazarine acompañándome
Con un vaso de agua y unas pocas píldoras,
Demensiando un poco mi conciencia
Acordándome que existen las letras cortadas
Ensangrentadas y podridas
Que salen de mis dedos como fulgores pendencieros
Que buscan a su oponente en un papel
Delante de los ojos
Que van y vienen sin saber
Si huir o llegar.
Interrupciones de vida transforman el encéfalo
La hipófisis fluctúa maldiciones
En su plenitud
Y se apoderan de mis entrañas
Y me sumergen en un río que no llega nunca al mar.